El proyecto CoCoRo, Collective Cognitive Robots, ha creado un grupo autónomo de robots que interactúan, robots "cognitivos". Este "enjambre" de vehículos submarinos autónomos (AUV) son capaces de relacionarse entre sí, pueden distribuirse tareas y toman decisiones: monitoreo ecológico, búsqueda, exploración, análisis, etc.
Este proyecto financiado por la Unión Europea y llevado a cabo por universidades de varios países (Alemania, Austria, Bélgica, Italia y Reino Unido) ha concluido con la construcción de 41 vehículos autónomos submarinos que actúan como un enjambre de abejas, de forma cooperativa.
CoCoRo ha investigado el potencial del software de generación de conocimiento. La razón de la elección de un escenario bajo el agua ha sido que un sistema robótico en tal ambiente se enfrentaba a nuevos retos que aún no habían sido (y algunos no han sido) resueltos. La imposibilidad de acceder fácilmente el sistema in situ requiere un alto grado de autonomía de los agentes. El entorno complejo e impredecible que es el fondo marino requiere una gran flexibilidad del sistema y la movilidad tridimensional de los AUVs, que requieren principios de ingeniería novedosos en el control de robot. Para este propósito, las capacidades cognitivas colectivas que conocemos en insectos como las abejas, han sido usados bajo el agua por primera vez.
Simulando los papeles de los insectos sociales, los robots se distribuyen las funciones: un grupo recopila información, otro grupo comparte y compara la información y por último los que toman las decisiones que deberá seguir todo el grupo. De esta manera, trabajan en conjunto, extrayendo conclusiones del estado ambiental y enviando esa información a los científicos que se encuentran en superficie para que descubran lo que sucede en el fondo marino.
Por el momento se han realizado prototipos, que se continúan testeando, ahora falta seguir investigando para poder hacer uso de esta tecnología tan interesante.
Este proyecto financiado por la Unión Europea y llevado a cabo por universidades de varios países (Alemania, Austria, Bélgica, Italia y Reino Unido) ha concluido con la construcción de 41 vehículos autónomos submarinos que actúan como un enjambre de abejas, de forma cooperativa.
CoCoRo ha investigado el potencial del software de generación de conocimiento. La razón de la elección de un escenario bajo el agua ha sido que un sistema robótico en tal ambiente se enfrentaba a nuevos retos que aún no habían sido (y algunos no han sido) resueltos. La imposibilidad de acceder fácilmente el sistema in situ requiere un alto grado de autonomía de los agentes. El entorno complejo e impredecible que es el fondo marino requiere una gran flexibilidad del sistema y la movilidad tridimensional de los AUVs, que requieren principios de ingeniería novedosos en el control de robot. Para este propósito, las capacidades cognitivas colectivas que conocemos en insectos como las abejas, han sido usados bajo el agua por primera vez.
Simulando los papeles de los insectos sociales, los robots se distribuyen las funciones: un grupo recopila información, otro grupo comparte y compara la información y por último los que toman las decisiones que deberá seguir todo el grupo. De esta manera, trabajan en conjunto, extrayendo conclusiones del estado ambiental y enviando esa información a los científicos que se encuentran en superficie para que descubran lo que sucede en el fondo marino.
Por el momento se han realizado prototipos, que se continúan testeando, ahora falta seguir investigando para poder hacer uso de esta tecnología tan interesante.
http://www.bajoelagua.com/buceo/noticias/2015-05-05/proyecto-europeo-crea-robots-submarinos-1726.html
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