La vida del científico e inventor Isaac Peral y Caballero fue una vida entregada a la Armada y a la ciencia.
En Hijo de acero narro la epopeya de un hombre que luchó solo contra su gobierno y el de otros países para sacar adelante el proyecto que -yo diría- constituyó el sentido de su vida: el primer submarino de guerra de la historia.
Isaac Peral fue un hombre íntegro que tuvo mala suerte al tropezarse en el camino con Basil Zaharoff, un ser astuto y eficaz, que supuso su pesallida y la de todos los tripulantes del submarino mientras perseguía hacerse con la patente del submarino. Creo que en mi novela está bien recogido ese duelo entre lo canallesco y el pundonor que encarnan Zaharoff y Peral respectivamente.
Hijo de acero es una novela que narra una historia de corrupción y es un relato en el que puede percibirse hasta qué punto la industria del armamento pesado puede condicionar la vida, no sólo de algunas personas sinó de pueblos enteros. Estos dos asuntos, desgraciadamente, no han cambiado mucho desde finales del siglo XIX hasta hoy.
Creo, sinceramente, que era necesario escribir una novela sobre Isaac Peral. Una mente brillante que, aquí, en España, ha sido vilipendiada y denostada hasta el hartazgo desde siempre. Y no sólo porque parece ser la idiosincracia que nos adorna: hundir al que demuestra valía. También es una señal inequívoca de que la inteligencia británica hizo bien su trabajo..
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muy buena quisiera verla pero soy pobre:,(
ResponderEliminarBueno cuadronimus38, confiemos que con un poco de tiempo aparezca en las bibliotecas para la lectura popular
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