“Con este tipo de submarinos en la Flota del Mar Negro, ésta podrá cumplir efectivamente sus tareas como parte de distintas escuadras, tanto en el mar Negro como el Mediterráneo”, dijo Chirkov, según ha publicado la agencia de noticias Sputnik Mundo.
El martes, el segundo submarino de esta clase, el ‘Rostov na Donu’, entró a formar parte de la Armada rusa.
Seis submarinos del proyecto 636.3 clase ‘Varshavianka’ deben incorporarse a la Flota del mar Negro antes de 2016, mientras que la construcción de la base naval en Novorossiysk, por un valor de 92.000 millones de rublos (1.700 millones de dólares), debe concluir en 2020.
‘Varshavianka’, versión modificada del proyecto 877EKM, pertenece a la tercera generación, desplaza 3.950 toneladas y puede navegar a una velocidad de hasta 20 nudos y descender a 300 metros de profundidad.
Su armamento incluye seis tubos lanzatorpedos de 533 milímetros, minas y sistemas de misiles ‘Kalibr’.
Es capaz de detectar una presencia enemiga a distancias hasta cuatro veces superiores al alcance de submarinos análogos de otros países.
La OTAN los ha denominado “agujero negro en el mar”, por lo difícil que resulta detectarlos.
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