Un proyecto liderado por el Ministerio de Defensa de Noruega desde el año 2007 analiza la futura estructura de la fuerza de submarinos de la Armada del país nórdico. Recientemente, el Ministerio ha decidido ingresar con este proyecto a la fase de definición y evaluar la eventual adquisición de un número no especificado de nuevos submarinos para reemplazar a los seis submarinos de la Clase Ula, cuando estas unidades se tornen obsoletas.
Los submarinos Clase Ula fueron comisionados entre los años 1989 y 1992, su diseño contempla un ciclo de vida útil de treinta años, por lo que deberán de ser retirados en la década de 2020. La Armada de Noruega considera que la tecnología de los años 1980 integrada en estos submarinos no es adecuada para lidiar con futuras amenazas de alta tecnología.
El estudio se realizó en dos fases, con asistencia técnica externa, concluyendo que los submarinos, junto a los aviones de combate y fuerza de operaciones especiales se cuentan entre las más importantes capacidades de las Fuerzas Armadas de Noruega. En ese sentido, el estudio invita a futuros trabajos para mantener una postura de defensa adecuada, en los que se incluya una capacidad submarina creíble.
Los submarinos Clase Ula acumularán 35 años de servicio cuando sean reemplazados, cuando fueron diseñados para treinta. El diferencial es necesario para evitar capability gaps hasta el ingreso de nuevos submarinos. El Ministerio de Defensa indica que estudios han demostrado que extenderles la vida útil resulta impráctico y costoso.
La habilidad para operar discretamente es un aspecto vital de las fuerza de submarinos, el que será fortalecido con nuevas y más modernas unidades (menor firma acústica y mejor diseño hidrodinámico), a diferencia de lo que se hubiera podido alcanzar con la extensión de vida de los submarinos Clase Ula.
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