El 22 de mayo de 1958, casi dos meses después de asumir, el presidente Arturo Frondizi reconoció la presencia de un sumergible en la Patagonia, al noroeste de Puerto Cracker, en Golfo Nuevo. La fuerza aérea y marina desataron un incesante ataque, pero evidentemente el navío logró huir. La segunda incursión aconteció en octubre de 1959, en el mismo golfo. Otra vez se desplegó un gran ataque contra el navío sin identificar, pero nuevamente los esfuerzos fueron en vano, y el submarino volvió a escaparse.
Uno de los submarinos del tipo XXI, durante el último periodo de la Segunda Guerra Mundial. Muchos testigos afirmaron que se trataba de submarinos de este tipo.
El 23 de febrero de 1960, jóvenes cadetes a bordo de cuatro naves de instrucción navegaban por el Golfo Nuevo a 1200 kilómetros de Buenos Aires, cuando los tripulantes distinguieron un cuerpo inidentificable navegando, en zona que usaba la Armada Argentina para hacer maniobras. El vehículo submarino no identificado se encontraba sumergido a 150 metros de profundidad. Fueron a la zona los hidroaviones de las bases de Bahía Blanca y Mar del Plata para que ejecuten bombardeos en el sitio. El destructor Cervantes y los patrulleros King y Murature colocaron minas submarinas a lo largo de toda la boca del golfo. En este momento se llegó a creer que pudieron haber ocasionado daño alguno a la nave. Mientras tanto se desplegaban unidades de infantería en toda la costa, temiendo que el submarino pudiera emerger e invadir la costa. Por la noche, se lanzaban bengalas y se iluminaba el agua con reflectores. Muchos pensaron que se trataba de un submarino nuclear, justificando la rapidez de huida. Pero en realidad, muchos habían declarado que se trataban de submarinos del tipo XXI, construidos por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial.
Aparentemente uno de los submarinos había logrado escapar, mientras que el otro, se encontraba sumergido en una de las zonas de gran profundidad que hay en Golfo Nuevo. El submarino habría permanecido inmóvil en las profundidades del golfo como consecuencia de los ataques de buques argentinos.2 El 15 de febrero el submarino desapareció de las pantallas de sonar sin dejar rastro alguno. La Armada Argentina confirmó que el 20 de febrero se detectó de vuelta, se preparó una ofensiva total, empleando modernos armamentos estadounidenses. Se lanzaron varios torpedos electrónicos, pero ninguno dio en el blanco. Los aviones propulsaron torpedos dirigidos por sonar, sin ningún resultado. Dos días después, un comunicado de la marina declaraba: "Las aguas del Golfo Nuevo fueron cuidadosamente cribadas en los días 21 y 22 de febrero, sin que se estableciera contacto con submarinos incursores, lo que sugiere que hayan podido escapar".
Finalmente, el 25 de febrero la Marina dio por terminada la búsqueda de submarinos en el Golfo Nuevo.
Taringa
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