Hay vehículos autónomos no tripulados que no vuelan. Oktapous es un ‘dron’ submarino, desarrollado en España, diseñado para llevar a cabo el mantenimiento en las plataformas petrolíferas en mar abierto. Se mueve entre tuberías, las analiza en busca de defectos y grietas, y las repara in situ. Sin necesidad de buzos humanos, ni de barcos de apoyo.
«Se dedica a lo que denominan IRM, inspección, reparación y mantenimiento», explica Luis de la Torre, fundador de Oktapous, un proyecto amparado por el Fondo de Emprendedores de la Fundación Repsol. «Grosso modo, la inspección se hace a través de ultrasonidos y cámaras. Para la reparación, por su parte, se utilizan diversos materiales y composites que permiten restaurar la pérdida de propiedades mecánicas que hayan podido sufrir las tuberías de la plataforma».
Oktapous es un robot autónomo que no necesita piloto. Aunque funciona debajo del agua, no navega. Se agarra a las tuberías que debe inspeccionar, forma una cápsula a su alrededor y se desplaza por ellas mientras realiza las tareas de inspección, limpieza y –solo si hace falta– de reparación. «Esta herramienta lo que evita es la utilización de buzos y sus barcos de apoyo, que es caro y arriesgado», aclara de la Torre. Calculan que puede reducir hasta en un 80% los costes de las intervenciones submarinas de las plataformas ‘off-shore’ –en alta mar– de extracción de petróleo y gas.
Aunque la tarea más destacada de Oktapous es la de reparar grietas, fisuras y defectos de forma autónoma, el sistema también permite monitorizar el estado de la infraestructura, y estar pendiente de los cambios. Hace posible, explican en la descripción del proyecto, «una política de prevención rápida, eficaz y segura».
Prototipos
Luis de la Torre, que puso en marcha el proyecto, reconoce que la idea de Oktapous «no es fruto de una noche iluminada». «Tras años de experiencia en el sector del mantenimiento de esta clase de instalaciones surge la pregunta de si tenemos un sistema para hacer reparaciones bajo el agua», aclara. «Buscamos en la oficina de patentes y no encontramos nada ni parecido». En 2010 dan comienzo a un proceso que todavía no han concluido y que espera poner a este robot submarino en el mercado internacional. «Nuestro objetivo es llegar a todo el mundo», dice de la Torre. «España no es el único país que extrae petróleo ‘off-shore’», justifica. «Hemos hablado con mucha gente y parece que hay bastante interés».
Tras un primer prototipo –«no del todo satisfactorio», asegura de la Torre– ya están trabajando en el desarrollo de un segundo modelo. «Estamos trabajando con ingenierías muy especializadas, y esperamos tener el nuevo prototipo listo en septiembre de 2015», explica el fundador. El concepto, en cualquier caso, ya está patentado en países de todo el mundo. «Nos animaron a hacerlo desde la Fundación Repsol», asegura. «Y ya está registrado en más de 40 lugares diferentes».
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