Mientras sonaban los cañones en la costa, el submarino confederado H. L. Hunley finalmente regresó a puerto, 136 años después de pasar a la historia como el primer submarino que hundió un buque de guerra enemigo.
El Hunley, que se hundió con los nueve miembros de su tripulación el 17 de febrero de 1864, después de dañar con un palo cargado de pólvora el casco de madera del Housatonic, un barco de bloqueo de la Unión, fue extraído el martes de su tumba en el fondo del mar, a pocos kilómetros de la isla Sullivan, en Carolina del Sur, Estados Unidos. Desde allí lo llevaron al laboratorio de conservación de la base naval de Charleston.
Se espera que el submarino, de 12 metros de largo, 1,20 metro de ancho y 1,20 metro de alto, permanezca en Charleston al menos 7 años antes de ser exhibido en el museo de la base. En las inspecciones previas al rescate se determinó que, desde el punto de vista tecnológico, la embarcación era más avanzada de lo que indicaban los registros históricos.
Los científicos que lideraron el rescate creen que el Hunley se cubrió y se llenó de arena al poco tiempo de hundirse, lo cual permitió que su carcaza de metal se conservara en buen estado, al igual que los restos de la tripulación y sus efectos personales. Los buzos encontraron un agujero en el costado del Hunley y una ventanilla rota, lo que aparentemente permitió que el submarino se llenara de sedimentos y no se deformara. Una vez que se excave el interior de la nave, los restos de los miembros de la tripulación serán sepultados con honores militares.
El Hunley fue encontrado casi intacto en 1995 por el autor de best-séllers y cazador de buques náufragos Clive Cussler, quien lo halló después de cuatro intentos fallidos y 15 años de búsqueda. Y fue necesario que pasaran otros 5 años más —de planificación y captación de fondos— para extraer el submarino.
El estado de Carolina del Sur aportó 3 millones de dólares para traer de vuelta el Hunley a la costa y empezar los muy costosos trabajos de restauración. La inversión total en la recuperación y preservación del submarino se estimó en 17 millones de dólares.
Para rescatar la embarcación, los buzos deslizaron correas debajo del casco y las ataron a una superestructura de acero montada sobre el submarino. Decenas de embarcaciones se reunieron a ver cómo aseguraban el Hunley a la barcaza que lo trasladó a la costa.
Mientras se disparaban los cañones, en el Escuadrón Naval de Charleston flameaban al viento las banderas confederadas, junto a las banderas de los estados de Carolina del Sur, Alabama y Virginia. El Hunley fue construido en Mobile, Alabama, y varios miembros de la tripulación habían nacido allí. Un oficial, de los muchos presentes en la ceremonia, comentó: "Le estamos rindiendo tributo a un grupo de héroes. Estaremos orgullosos de ellos y de lo realizado en este día por el resto de nuestras vidas".
Nacho Padró
a partir de The New York Times.
Especial para Clarín
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