Considerado desde sus inicios (De Son) como un arma de guerra, desde que el sumergible Hunley armado con un torpedo, hundiera un barco en la guerra americana de Secesión, y aunque se perdió a toda su tripulación, la maquinaria de guerra ha visto en los submarinos un arma temible de poder disuasorio. Fueron los alemanes en las dos guerras mundiales, sobretodo en la II guerra los que dieron un impulso enorme a este “barco de inmersión” que con su Kriegsmarine formaron un grupo de intrépidos marinos, que hacinados en sus “latas de metal” llenaron de espanto a media Europa y a todos los marinos mercantes con sus “manadas de lobos” o Sea Wolf atacaban en grupo a los convoy de suministros. No será hasta la posguerra que los submarinistas se convierten en un grupo de élite de las marinas de todo el mundo que en sus enormes y temiblemente armados submarinos vigilan en el silencio los mares del mundo… al acecho, en silencio, en la oscuridad de las profundidades.
Nacho Padró
empieza a molar+ :)
ResponderEliminarmarga parra