31 enero 2010

Dos grandes inventores submarinos.

Podemos estar orgullosos de tener en nuestras filas a dos grandes inventores de submarinos: Narcis Monturiol e Isaac Peral:



Nacho Padró

27 enero 2010

Los Sueños de Monturiol.

El utópico inventor que fue Monturiol diseñó inicialmente sus Ictineos como ayudas a la humanidad a descubrir los misterios de los fondos oceánicos y poder explotar sus riquezas, como en la pesca o recogida del coral, que según la leyenda es la causa de su deseo de fabricar los submarinos, al ver a un coralero ser sacado del agua en lamantable estado. Sólo al final, mientras proyecta el Ictineo II empieza a añadir elementos bélicos del tipo torpedos y cañones (hasta hizo varias pruebas) debido a la necesidad de presentar un proyecto atractivo al Ministerio de Marina. Aquí dejo una imagen de lo que deseaba Monturiol que fuera su invento.

Muy posteriormente su idea cuajó, pues no sólo los submarinos tienen aplicaciones militares, recordemos el Triestre, batiscafo de investigación oceanográfica, los OVNIs de Cousteau que filmaron medio mundo marino, los submarinos turísticos, el robot submarino Alvin..... todo un conjunto de submarinos que nos han abierto la puerta a un mundo fascinante.


Nacho Padró




18 enero 2010

El Brandtaucher (1850) de Wilhelm Bauer.

En 1850, Wilhelm Bauer, natural de Bavaria y antiguo capitán convertido en cabo de artillería, consiguió apoyo de Prusia para diseñar un submarino de casco metálico pues propuso a sus superiores la fabricación de un submarino desde su base en Kiel, donde lo construyó para hacer frente a las incursiones anfibias que proyectaba la Marina danesa con el fin de bloquear el puerto de Kiel. Así nació el Brandtaucher (“Buzo Incendiario”) movido, como todos los anteriores, por el brazo humano y que fue probado en la rada de Kiel y tras un supuesto éxito para romper el bloqueo danés sobre el puerto, al segundo “ataque” perdió el control y se fue al fondo donde se hundió aplastado por la presión del mar. Perecieron los 9 tripulantes.


Nacho Padró

09 enero 2010

El Nautilus de Robert Fulton (1800): El Submarino Metálico


En 1797 el norteamericano Robert Fulton (n. Condado de Láncaster, Pensilvania, 14 de noviembre de 1765 - † Nueva York, 24 de febrero de 1815), un artista e inventor reconvertido en ingeniero, viajó a Francia, donde el marqués Claude de Jouffroy había construido un barco de vapor propulsado mediante ruedas de paletas en 1783. Ahí comenzó a experimentar con torpedos submarinos y torpedos navales y le ofreció a Napoleón los planos de su sumergible Nautilus. Se lo rechazaron por lo menos en dos ocasiones; pero por fin, frente a sus continuos argumentos y razonamientos, se le dio permiso para construir su submarino en los astillero Pierrer de Rouen y Napoleón, que estaba obsesionado por el poderío naval de Inglaterra y por la presencia de la flota inglesa en el canal de la mancha, le concedió a Fulton una asignación para construirlo. Fulton aunque se movia por el motivo del dinero, tenia la atruista idea que el submarino –el arma definitiva- podría crear un punto muerto tal en la guerra naval que los paises no tendrian más remedio que tener que vivir en paz entre ellos. Fue probado en el Sena y después en el mar llegando a la profundidad de 7,6 metros, con la intención de atacar algún navío de la flota inglesa pero nunca pudo entrar en combate: sea por casualidad o por ser avistado y esquivado no pudo nunca aproximarse a ningún barco a pesar de las recompensas prometidas por Napoleón en caso de hundir alguno. Del Nautilus hay que destacar su propulsión por hélice manual.

Nacho Padró

07 enero 2010

Lockheed Martin concluye con éxito las pruebas de un nuevo sonar cilíndrico para los submarinos s-80 de la Armada Española

La compañía aeroespacial Lockheed Martin ha concluido con éxito las pruebas en el agua de un nuevo sistema sonar cilíndrico, con destino a los submarinos diesel-eléctricos S-80 de la Armada española, en las instalaciones U.S. Navy´s Underwater Test Facility en Seneca Lake, Nueva York.
El nuevo sonar, un sensor acústico primario que permite operar sumergido, consiste en un hidrófono de configuración especial y única para cada plataforma, que ha diseñado y desarrollado Lockheed gracias a un contrato adjudicado en 2005 por el Gobierno español para dotar a los submarinos de un sistema de combate integrado.
Además del sonar cilíndrico, el sistema de combate integrado del S-80 también incluirá un sonar de antenas de flanco y otro, de tipo pasivo, cuyos sensores se extienden longitudinalmente a lo largo de ambas bandas del casco, así como con un sonar específico de detección de minas y obstáculos. Los sonares de flanco y pasivo en línea fueron probados, con éxito, el pasado mes de junio. Estos sonares han sido diseñados, fabricados y ensamblados por el área de negocio Undersea Systems de Lockheed Martin en Manassas (Virginia) y Syracuse (Nueva York).
El nuevo sistema integrado de combate del S-80 aprovecha la tecnología comercial (COTS, Commercial Off-The-Shelf) probada ya utilizada en los submarinos de las clases "Virginia", "Seawolf" y "Los Ángeles" de la U.S. Navy, así como la experiencia de Lockheed Martin como contratista principal del programa Acoustic Rapid COTS Insertion de la U.S Navy que comenzó a implantarse en la flota submarina desde 1996. Esta experiencia con la Marina de Estados Unidos ha influido en los trabajos de la empresa en versiones para la exportación de sistemas de sonar específicos para submarinos no nucleares, incluidos en el avanzado, flexible y modular sistema SUBICS (International Diesel-Electric Submarine Integrated Combat System).
Esta experiencia con la Navy ha tenido importancia para el trabajo de la compañía en versiones exportables de sistemas sonar específicos para submarinos no nucleares, como el "Lockheed Martin´s forward and back-fit scalable International Diesel-Electric Submarine Integrated Combat System (SUBICS)".
Al Simpson, director de programas "International Submarines and Coastal Systems" de Lockheed explica que "el éxito de estas pruebas constituyen hitos importantes para cumplir satisfactoriamente las previsiones de entregas previstas en el programa S-80 y aseguran además una reducción sustancial de riesgos antes de la instalación de los sistemas en el submarino real". Además, asegura que "la entrega de todo el sistema de combate integrado de arquitectura abierta, basada en COTS, para el S-80 marcará el comienzo de una nueva y importante capacidad operativa para submarinos convencionales

05 enero 2010

El Turtle de David Bushnell (1776)

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El Turtle, un pequeño submarino monoplaza de casco de madera forrado de plancha de cobre y accionado a pedales, que sólo podía navegar a flor de agua, fue diseñado en 1776 por el americano David Bushnell. Fue la primera nave submarina usada en la Guerra de la Independencia de los estados unidos, consiguiendo atacar la fragata y buque insignia inglesa Eagle de Lord Howe, anclada en la entrada de la Bahía de Nueva York el 6 de septiembre de 1776, siendo felicitado y recompensado por ello por el propio George Washington en persona. Por desgracia se perdió en el mar cuando era transportado por una fragata que fué atacada y hundida.

Nacho Padró

03 enero 2010

La Campana de Charles Spalding.

En 1775, Charles Spalding, de Edimburgo, perfeccionó el aparato de inmersión de Halley añadiendo a la parte superior de la campana una cámara provista de grifos que podía llenarse de agua para la inmersión, mientras que para emerger, el agua era expulsada. Nos hallamos ante un principio del lastre de agua que utilizan los submarinos actuales. La Campana de Spalding consistia en una campana de madera recubierta de plomo

Nacho Padró

Los Rudimentos del Buceo.

De entre las primeras "máquinas" para conquistar el mundo subacuático, destaca la de Alfonso Borelli de 1860.
Físico y matemático italiano, en su Tratado de Motu Animalium (Roma, 1680-1681) nos describe varios trajes de buceo y, entre ellos, lo que se podría considerar como el primer equipo autónomo con regeneración de atmósfera, y que nunca fue probado a consecuencia del defecto observado por el matemático suizo Bernouille. También se refiere a un diseño de campana extremadamente pequeña, por lo cual no debía ser muy práctica.
En síntesis, el citado equipo consistía en un casco de metal con una tubería para regenerar el aire exhalado, un traje de cuero y un sistema para alterar el desplazamiento del buzo, permitiéndole subir o bajar a voluntad.


El casco, construido de cobre o estaño, era muy grande (65 cm de diámetro). En su parte frontal llevaba una mirilla circular con un cristal. El casco se ajustaba perfectamente al cuello del buzo y el traje era de piel de cabra.
El aire dentro del casco se mantenía a presión atmosférica, aspirándolo el buzo por la nariz y exhalándolo por la boca, en un tubo de metal curvado de aproximadamente un metro de largo. En la mitad de la parte baja de la curva el tubo comunicaba con un saco, también de cuero, con objeto de retener la humedad. El otro extremo del tubo volvía de nuevo al casco por su parte alta.
Según Borelli, el enfriamiento que sufre el tubo al contacto con el agua purificaría el aire, volviéndolo al casco fresco y puro, en perfectas condiciones para ser respirado.
Amarrado a la cintura del buzo, llevaba un largo cilindro de metal, dentro del cual trabajaba un pistón movido por medio de un piñón y una manivela. Mediante el manejo del citado cilindro se daba al buzo más o menos flotabilidad para subir o bajar.
El defecto apuntado por James Bernouille consistía en que, a una profundidad relativamente grande, el buzo comenzaría inmediatamente a sangrar por la boca, nariz y oídos, por ser estas partes las únicamente protegidas de la presión exterior y no como el resto del cuerpo.
En virtud de los conocimientos modernos sobre el tema, la teoría de Borelli para la regeneración del aire exhalado era una quimera. Sin embargo el empleo del cilindro para hacer subir o bajar al buzo es teóricamente practicable.

Nacho Padró