29 noviembre 2009

Notas del Submarino de Isaac Peral

Como último detalle relacionado con los prolegómenos de la Guerra de Cuba, quiero señalar el desprecio que se hizo del esfuerzo llevado a cabo por uno de los más insignes marinos de la Armada, el teniente de navío don Isaac Peral y Caballero, que con gran secreto estaba desarrollando un proyecto de submarino “destinado a la defensa de los puertos”.

Desde su ingreso en la Armada en 1865 había destacado por su inteligencia e inclinación al estudio. Simultaneaba la cátedra de Física-Matemática de la Escuela de Ampliación de Estudios de la Armada con sus estudios particulares sobre navegación submarina. En una modesta casa de san Fernando, llevaba bastante tiempo dedicado a llevar a cabo el proyecto de un buque submarino de propulsión eléctrica.

El submarino, de acero, de 22 metros de eslora, desplazaba 77 toneladas en superficie y 85 en inmersión. Estaba calculado para que una vez inundados sus dobles fondos mantuviera una flotabilidad de 50 kilogramos, que equivalí­an al desplazamiento de una pequeña tórrela por la que se podía mirar al exte­rior. Para, producir la inmersión completa diseñó un ingenioso aparato de profundidades que consistía en dos hélices de eje vertical que se ponían en marcha de manera simultánea o independiente mediante un mecanismo que combinaba la acción de una placa hidrostática con un péndulo. Con este siste­ma conseguía mantener automáticamente su cota con oscilaciones de 30 centí­metros, permitiendo mantener la profundidad de modo automático, lo que para su época constituía un adelanto enorme.

La propulsión la proporcionaban dos hélices movidas por sendos motores eléctricos de 30 HP cada uno, cuya energía procedía de una batería de 480 acumuladores, que constituyó la primera instalación de este tipo que se hizo en el mundo en gran escala. La autonomía del proyecto era de 396 millas a tres nudos y 132 millas a seis nudos.

Para evitar los errores en la aguja magnética, Peral instaló la suya en la tórrela, que construyó de bronce, inventando un sistema de reflexión para que el timonel viese las indicaciones de la aguja y otro sistema de prismas y lentes que, a modo de periscopio, proyectaba sobre una mesa la visión del exterior. Portaba un armamento militar importante, consistente en tres torpedos que se lanzaban desde un tubo único situado en la proa.

El teniente de navío Peral presentó su estudio a sus superiores de la Escuela de Ampliación y fue elevado al ministro de Marina con un informe en el que se decía: «Este Centro opina que el proyecto de Peral no tiene un solo punto vulnerable. Científicamente el problema está resuelto por él». El Gobierno lo apoyó con la condición de que primero se construyera y proba­ra el aparato de profundidades, concediendo en octubre de 1886 el primer crédito.

Una vez efectuadas con éxito las pruebas del aparato de profundidades se dio la orden de construcción del buque, y en octubre de 1888 fue puesta la quilla en el Arsenal de La Carraca. En septiembre de 1888 fue botado y en marzo de 1889 comenzaron las pruebas oficiales.

En la ejecución de su proyecto Peral se encontró con todas las dificultades de quien emprende un camino que puede lograr un gran progreso. La Junta Técnica a la que se encomendó la inspección de las obras se mostró implaca­ble con el inventor, exigiéndole unas pruebas que superaban con creces a lo que entonces se podía esperar de un submarino, pero, a pesar de todo, fueron en su mayoría llevadas a la práctica con éxito. El submarino Peral maniobró de manera impecable en inmersión, lanzando sus torpedos sin problema, y en la prueba definitiva de inmersión navegó durante una hora hacia el oeste, saliendo a superficie en el punto en que exactamente se esperaba que lo hiciese.

El problema se planteó cuando se llevaron a cabo las pruebas militares consistentes en que el submarino se aproximase sin ser visto a 400 metros del crucero Cristóbal Colón, que se encontraba en movimiento, y simulase un ataque con torpedos. Con más de doscientas personas acechando en cubierta la aproximación del submarino, fue avistado a 1.000 metros; lo raro hubiera sido que con esta ultra vigilancia antisubmarina no hubiera sido localizado,y la Junta Técnica dictaminó «que la utilidad militar había de ser poca» y, aunque la prueba de aproximación nocturna constituyó un éxito, ya que el submarino no fue avistado a pesar de los proyectores, el proyecto no salió adelante.

Se hizo una cuestión pública del asunto del submarino, interviniendo la prensa con ardientes campañas en pro y en contra que envenenaron el asunto, ya que para unos Peral había hecho un invento capaz de solucio­nar todos los problemas de la patria y para otros apoyar el invento eran «ganas de tirar el dinero». (El coste total del buque no pasó de 300.000 pesetas).

En la esfera oficial, ante la decisión de construir otro buque que corrigiese las deficiencias del primero, surgió una pugna entre Peral y la Junta Técnica, ya que esta última sostenía que la nueva construcción debía de hacerse bajo la dirección de Peral pero previo examen, aprobación e inspección de los centros a quienes reglamentariamente correspondía, y Peral quería autonomía para la nueva obra y se negaba a admitir inspección científica de ninguna especie durante la construcción. El resultado final fue que se perdió de vista lo verdaderamente importante, que era el mejor servicio a España, y el proyecto se fue por la borda ordenándose por último que el submarino fuese desarmado y los acumuladores, bombas, motores y demás elementos del buque fuesen entregados en el Arsenal de La Carraca. Como consecuencia de este desenlace Peral se retiró del servicio y falleció en Berlín en 1895, vícti­ma de un cáncer.

No sabemos qué hubiera pasado en la Guerra de Cuba de haber contado con el submarino, pero de lo que podemos estar seguros es de que los ameri­canos se hubieran cuidado mucho de acercarse a distancia de bloqueo si hubieran la más mínima sospecha de que contábamos con un submarino torpedero.

Cuadernos de pensamiento Naval .nº 7 Dic 2007

“LA IMPORTANCIA DE LA MENTALIDAD NAVAL”

José Mº Gutierrez de la Cámara Señán.

El Glider RU-27 cruza el Atlántico.

Entre el 27 de Abril y el 14 de Noviembre de 2009, un dispositivo autónomo oceanográfico no tripulado, conocido también con el nombre de planeador submarino o "glider", ha estado surcando las aguas del océano Atlántico durante más de 6000 kilómetros entre USA (New Jersey) y Europa (Galicia), estableciendo de esta forma un nuevo hito en la historia de la oceanografía: ser el primer dispositivo de estas características en atravesar el Atlántico.

Liderado por el Coastal Ocean Observing Laboratory (RU-COOL) de la Universidad de Rutgers, la misión transatlántica bajo el nombre de "Scarlet Knight Trans-Atlantic Challenge" ha contado de manera directa con colaboradores españoles tales como Puertos del Estado, Salvamento Marítimo, la empresa Qualitas Remos y PLOCAN.

El dispositivo usado en dicha misión ha sido un glider modelo Slocum (www.webbresearch.com) con la distintiva RU-27, cuyas principales características responden a 60 kilogramos de peso, 2.38 m. de longitud, integrar un set de sensores oceanográficos CTD (conductividad, temperatura y presión), un preciso sistema de posicionamiento (GPS y compás), un sistema de comunicación bi-direccional vía satélite y una capacidad de inmersión entre 5 y 200 metros de profundidad.

Durante el desarrollo de la misión, dos miembros del equipo técnico de PLOCAN se desplazaron a la sede central del RU-COOL en New Jersey para llevar a cabo tareas de pilotaje del dispositivo, gestión de datos y representación de la información generada en tiempo real en la web.

A la llegada del dispositivo a Galicia se tiene prevista una recepción el próximo día 9 de Diciembre en Baiona a modo de celebración, donde se espera la presencia de una delegación del Gobierno central español, la Xunta de Galicia, el U.S. Integrated Ocean Observing System (IOOS), la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) y Rutgers University, así como representantes de las instituciones y empresas colaboradoras en la misión, entre ellas PLOCAN.

El alcance de este nuevo hito supone un gran avance en las investigaciones oceanográficas, tanto a nivel científico en cuanto al estudio de la interacción del océano con el sistema climático global, como a nivel tecnológico, ofreciendo como alternativa en un futuro el uso de los gliders en sustitución de los altamente costosos barcos oceanográficos.

22 noviembre 2009

Una Discusión con Submarinos.

Cada dia tomo mi café de refuerzo matutino en mi querido bar PEDRO (realmetne se llama la Sangria, pero nadie lo recuerda por ese nombre), mientras leo el diario y algún articulito interesante. Ahí unos cuantos contertulianos arreglamos el mundo a las 7:00 de la mañana.
Como muchos en muchos bares, cada uno de nosotros tiene sus propios hobbies y peculiaridades y es curioso como entre charla y discusión personas de tan diferentes ideales, gustos y principios nos podemos poner deacuerdo y respeto.
Cual fue mi sorpresa que en una de esas discusiones bizantinas sobre la ubicación de la calle Mallorca, varias personas usaban como referencia al "Submarino". Fue el oir esa palabra que emepecé a prestar atención. Y al darme cuenta que hacian referencia a la estatua del ICTINEO II que hizo Josep Maria Subirach en honor y recuerdo del insigne inventor, situada frente a la gasolinera de la calle Bailén, esquina Mallorca.
Es curioso que todavia un submarino (o una estatua de Subirach) todavia sirva de referencia en la ciudad por personas que viven muy alejados de ahí. Es una bonita manera de hacer memoria de una de nuestras hazañas marinas que fue desgraciadamente pasto del olvido.

Nacho Padró

15 noviembre 2009

Monturiol en el salón Nautico de Barcelona.

Sorprende y No Sorprende el encontrarse un referéncia a Monturiol en el Salón Nautico de Barcelona, gracias al trabajo del MMB


La verdad es que desde que murió en 1885 el insigne inventor, Barcelona ha intentado algo así como una retribución a su memoria tras perder la oportunidad que la ciudad pasara a los libros de historia tras crear el primer submarino a motor que navegó bajo el agua y el primero que estaba dotado de una atmósfera artificial que se regeneraba indefinidamente (el ICTINEO II). Hay que tener en cuenta que si bién fue sufragado con aportaciones populares y que se propuso para la Marina como arma de guerra, el Ministerio de Marina, tras su indiferencia y la quiebra de la sociedad de Monturiol, este tuvo que venderlo como desecho.
Tras la muerte se consiguió hacer público su memoria del "Arte de Navegar bajo el Mar" y así como se hicieron medallas conmemorativas que recordaban la calurosa acogida de ciudades como Figueres al hacerse realidad la primera inmersión del ICTINEO I, Barcelona ha dado nombre a IES, ha puesto esculturas, e incluso frente al Port Vell podemos encontrarnos una réplica a tamaño natural del ICTINEO II.
Por ello ha sido muy interesante encontrarse con una réplica del ICTINEO I expuesta frente en el estant del MMB, junto a una publicidad sobre el ICTINEO 3, un proyecto de submarino científico y civil para la investigación e investigación de trabajos marinos... un proyecto que casaba 100% con el ideario del mismo Monturiol.



Nacho Padró

01 noviembre 2009

Nuevos radares para los S-70.

La Armada española contrató en el 2008, a la Sociedad Anónima de Electrónica Submarina (SAES) por 3,3 millones de euros para que modernice los sónares de la flota de S-70 (Clase Galena) que se encuentra en espera de ser retirada cuando sean entregados los S-80.
Segun informó el BOE, la armada adquiriria tres sistemas SocilSub para la digitalizació y procesado de señales del grupo hidrofónico DSUV-22 (Expediente 24/08).
Este SocilSub es un sistema que mejora el tratamiento de la señal de un sonar de casco al sustituor los mecanismos de formación de haz y análisis por otro digital más moderno, la cual cosa mejora de forma importante las capacidades del equipo.

Nacho Padró
A partir de un artículo de Fuerza Naval